Pregunta
Promesa
¿Qué son las verrugas, los lipomas o los quistes?
Cuando hablamos de verrugas, lipomas o quistes nos referimos a formaciones que aparecen en forma de protuberancia de mayor o menor tamaño y consistencia, se trata de tumores benignos que pueden ser queratolíticos, líquidos de mayor o menor densidad y se localizan en la piel o en el tejido muscular que se encuentra debajo de la misma.
Las verrugas pueden aparecer en cualquier zona del cuerpo, aunque son más habituales en manos, pies, cuello, axilas y escote. Existen distintos tipos de verrugas, las verrugas planas, palmoplantares o comunes, generalmente son de origen vírico.
En el caso de lipomas cutáneos o superficiales aparecen mayoritariamente en el tronco, zonas axilares e inguinales, brazos, piernas y cabeza. Los lipomas o quistes más comunes y que pueden ser tratados con cirugía menor son fibrolipomas, miliums, quistes pilares y quistes tricolémicos, el origen es muy diverso, en cualquier caso será el equipo de cirugía menor de la Clinica Doctora Blanco quien establecerá el tratamiento más adecuado.
Los quistes cutáneos, sebáceos son acumulaciones de grasa de distintos tamaños que aparecen bajo la piel en diferentes zonas de la superficie corporal.
Los Acrocordones, son pequeños trozos blandos de piel que sobresalen en un tallo delgado. Suelen aparecer en el cuello, las axilas, la parte superior del tronco y los pliegues del cuerpo. Deben ser retirados mediante procedimientos menores tipo plasma, electrobisturí.
En la Clinica Doctora Blanco, previo un correcto diagnóstico, se plantea la mejor opción de tratamiento.
¿Por qué aparecen las verrugas, lipomas o quistes cutáneos?
Este problema estético puede tener distinto origen, en el caso de las verrugas se trata de un origen vírico derivado del virus del papiloma humano y cuando hablamos de lipomas puede deberse a una herencia genética, traumas por golpes, lesiones o fricción constante, obesidad, sobrepeso o enfermedades relacionadas con el sistema hepático o altos niveles de glucosa en sangre.
Los quistes sebáceos pueden tener un origen congénito, es decir, asociado a alteraciones en el desarrollo embrionario o por otra parte un origen adquirido, produciéndose la formación espontáneamente en cualquier momento.
Los quistes sebáceos, se forman generalmente cerca de una glándula sebácea y un folículo piloso y contienen líquido o sustancias semisólidas que provienen de la formación de sustancias proteicas, residuos de pelo y otras sustancias de desecho que por obstrucción no son excretados al exterior.
¿En qué consiste el tratamiento para eliminar verrugas, lipomas o quistes?
En general el tratamiento para eliminar las verrugas, los lipomas o los quistes se realiza mediante la técnica de resección que consiste en la extracción quirúrgica del tejido afectado y la sutura del punto de extracción o la de electrofulguración que utiliza una herramienta electrónica que usa el calor producido por una corriente eléctrica para destruir el tejido anómalo.
Pero en muchos casos y dependiendo del tamaño o la zona a tratar el médico estético opta por una técnica mixta en la que combinará resección y electrofulguración. Siempre se trata de procedimientos de cirugía menor ambulatoria realizados con anestesia localizada y no requieren ingreso hospitalario.
Existen otros métodos como el drenaje del contenido, la terapia con energía láser o la aspiración, será el médico especialista el que establecerá el método más adecuado en cada caso.
Cuidados y Recomendaciones post-operatorios
Al tratarse de un procedimiento que no requiere anestesia general, ni hospitalización podrás incorporarte a la rutina habitual de manera inmediata. Aun así, es necesario seguir unas directrices específicas que establecerá el cirujano.
Dependiendo del tipo de tratamiento, puede ser necesario que evites ciertos medicamentos, productos para la piel o hábitos alimenticios antes y después del procedimiento.
Organizar adecuadamente el tiempo después del tratamiento es fundamental para asegurar una recuperación sin inconvenientes. Es posible que se deba evitar ciertas actividades físicas como contacto con agua en la zona tratada, ejercicio físico que provoque sudoración o exposición solar y altas temperaturas, por un período recomendado por el médico.
Adherirse estrictamente a las instrucciones dadas por tú médico reduce el riesgo de infecciones y garantiza una recuperación rápida y eficiente.