Tener un rostro radiante y resplandeciente es el sueño de muchas personas, pero no siempre es fácil encontrar una solución completa y efectiva para lograrlo.
Por eso, cada vez hay más demanda en el mercado por tratamientos faciales integrales como el Full Face. En este artículo te explicaremos en detalle qué es el Full Face, sus beneficios y cómo funciona.
¿En qué consiste el tratamiento Full Face?
Como indica su nombre, FullFace, es un tratamiento que incluye todo aquello que un rostro necesita para lograr eliminar las huellas del paso del tiempo o modificar formas y volúmenes que no nos satisfacen. No se trata sólo de disminuir las arrugas o mejorar la textura de la piel, sino también de ofrecer otros objetivos estéticos relacionados con la corrección y mejora del contorno facial. El nombre “FullFace” hace referencia al hecho de que tiene un enfoque completo, ya que abarca tanto la zona superior como inferior del rostro.
Dependiendo de la problemática, la edad o el estado de la piel los tratamientos Full Face incluyen distintas técnicas y tratamientos que se potencian y complementan entre sí para dar una respuesta integral y global al paciente.
Desde la eliminación de las arrugas y signos de expresión, hasta la reposición de volúmenes en labios o pómulos, pasando por la mejora de la textura y el borrado de manchas e imperfecciones o la reparación del óvalo facial corrigiendo la flacidez en rostro y cuello.
El tratamiento FullFace es también la mejor solución para aquellos pacientes que buscan corregir o mejorar asimetrías y conseguir armonía en el rostro ya que pueden tratarse distintas áreas en un mismo tratamiento; diferencias de forma y volumen en labios o en la zona superciliar de las cejas, distintas elevaciones de las comisuras u otros problema que pueden derivarse de traumatismos o parálisis faciales.
El tratamiento FullFace es un aliado indispensable para frenar la secuelas del paso del tiempo, ya que un correcto diagnóstico médico nos permite establecer la edad biológica de la piel y avanzarnos a cuáles van a ser sus necesidades a medio y largo plazo para aportar todos aquellos principios activos y elementos, y retardar así, el proceso de envejecimiento cutáneo.
Toxina botulínica, ácido hialurónico reticulado o noreticulardo, mesoterapia con vitaminas, péptidos y aminoácidos, hilos tensores, peelings químicos ácidos o enzimáticos, hidroxiapatita cálcica o carboxiterapia son algunas de las técnicas que se utilizan en sinergia en los tratamientos Full Face. Aunque puede variar en función de la técnica o tecnología empleada, en general el procedimiento Full Face suele constar de varias sesiones que se realizan en intervalos de tiempo programados que dependen de la indicaciones del equipo médico que evaluará previamente cada caso estableciendo las metas y objetivos y diseñando la estrategia más adecuada en cada caso, así como los cuidados post tratamiento.