En la búsqueda de la imagen con la que nos sentimos a gusto, es necesario prestar atención a todas las áreas de nuestro rostro. Uno de esos aspectos fundamentales en la estética facial, se refiere al contorno general del rostro.
Para lucir una apariencia fresca y rejuvenecida, tener en cuenta el aspecto del óvalo es esencial. Cada persona tiene un tipo diferente de rostro según su forma: ovalada, redonda, rectangular, diamante, cuadrada o triangular que viene predeterminada por la estructura ósea y muscular, así como por la carga genética.
Esta clasificación puede ser útil al especialista médico estético para determinar qué tipo de tratamientos son los adecuados para mejorar nuestra estética facial con la finalidad de lograr una armonía propia e individual.
Tratamientos y técnicas para mejorar el óvalo facial.
Existen diversos tratamientos eficaces para mejorar el óvalo facial. Estos pueden ser tanto no invasivos, como quirúrgicos, dependiendo de las necesidades específicas de cada paciente. Conócelos a continuación:
Radiofrecuencia. La radiofrecuencia es una técnica no invasiva que utiliza ondas electromagnéticas para generar calor y estimular la producción de colágeno en las capas profundas de la piel. Este proceso ayuda a tensar y tonificar la piel del óvalo facial, reduciendo la flacidez y mejorando su volumen. Es un tratamiento seguro que ofrece resultados progresivos y naturales, requiriendo cierto número de sesiones para obtener los efectos deseados.
Hilos tensores. Los hilos tensores son una opción mínimamente invasiva para aquellos que buscan una mejora en el contorno facial sin someterse a una cirugía plástica. Consiste en la aplicación de hilos de material biocompatible debajo de la piel, que generan un efecto tensor y potencian la producción de colágeno. Toxina botulínica, es eficaz en la mejora del óvalo facial al relajar temporalmente algunos músculos del rostro. Esto ayuda a eliminar el aspecto de cansancio y minimiza las arrugas y líneas de expresión causadas por el envejecimiento y los gestos habituales, dando lugar a un aspecto más juvenil y distendido.
Rellenos dérmicos. Los rellenos dérmicos son sustancias biocompatibles, generalmente a base de ácido hialurónico, que se utilizan para dar volumen y redefinir zonas específicas del rostro. Para mejorar el aspecto del óvalo facial, se pueden aplicar en los pómulos, la línea de la mandíbula, nariz y otros puntos clave.
Otro foco a tener en cuenta es el contorno ocular, donde pueden aparecer las ojeras que dan aspecto de cansancio y entristecen la apariencia del rostro. Esta zona se trata con carboxiterapia que elimina la coloración oscura de las ojeras y mejora la textura de la piel. El Ácido hialurónico se emplea en esta área para redensificar la piel, eliminar el hundimiento de las cuencas oculares y rellenar las arrugas y signos de expresión, las llamadas “patas de gallo”. Estos rellenos ofrecen resultados inmediatos que duran aproximadamente 6 a 12 meses, después de lo cual es necesario realizar un nuevo tratamiento.
Lifting facial. El lifting facial es una intervención quirúrgica que se realiza para eliminar el exceso de piel y grasa en las áreas del óvalo facial y del cuello, así como reposicionar los músculos subyacentes. Esta técnica permite obtener resultados duraderos y significativos, siendo recomendada especialmente en personas que presentan flacidez y descolgamiento severo del contorno facial.
Cuidados complementarios para mantener un óvalo facial saludable.
Así como una dieta equilibrada y el ejercicio retrasan el envejecimiento de nuestros órganos y nuestra forma física, a partir de los 30/35 es obligatorio iniciar las rutinas de prevención para ralentizar el envejecimiento y mantener el óvalo facial en forma. A partir de esa edad no es suficiente la higiene diaria y la hidratación. Igual que el resto de nuestro cuerpo, la piel necesita cuidados específicos para esa etapa. Al entrar en la treintena hay que iniciar, cíclicamente, sesiones de Mesoterapia con vitaminas, ácido hialurónoco y péptidos para evitar la oxidación y mantener la actividad celular, micropunción con Dermapen para estimular la colagénesis y Peelings químicos que mantienen el ritmo de renovación celular propio de una piel joven.
Desde cualquier edad, pero especialmente cuando se inicia la lucha frente al envejecimiento del óvalo facial la higiene diaria y la protección frente a las radiaciones solares y la luz azul de pantallas y dispositivos electrónicos es de vital importancia.
La gimnasia o el yoga facial, son buenos aliados que nos ayudarán a mantener el rostro en perfecta forma física.
La estrategia perfecta está siempre en manos de los profesionales médico estéticos y cosmetólogos que después de un examen y evaluación estimularán los cuidados ideales para preservar y mejorar nuestro óvalo facial.